La luz es la razón de toda forma
- Antonia Garcia Lopez
- 17 oct 2024
- 2 Min. de lectura
La luz natural, cuando se encuentra con los materiales naturales, da vida a una coreografía silenciosa.
Cada rayo de sol, cada sombra proyectada, modifica los espacios de manera casi imperceptible pero profunda. Entendemos que la luz no solo ilumina, sino que despierta las texturas, revela la esencia de la piedra, el calor de la madera, y la suavidad de la arcilla. Este diálogo entre la luz y los materiales redefine un espacio, haciéndolo evolucionar con el paso del día, de las estaciones, envolviendo a quienes lo habitan en una atmósfera única y cambiante.
Cuando diseñamos un proyecto, no pensamos en la luz como un simple recurso funcional, sino como un elemento vertebrador de nuestros espacios con un gran componente emocional que modela la experiencia de quienes los habitan. Tadao Ando utiliza la luz para crear una conexión emocional profunda en sus espacios. Su arquitectura contiene a la luz, la dirige, la proyecta, estableciendo un equilibrio entre lo tangible y lo etéreo.
La luz, al caer sobre una superficie de piedra, puede proyectar una sensación de solidez y permanencia por la mañana, mientras que al atardecer esa misma luz convierte el espacio en algo íntimo, casi introspectivo. Cada material responde de una manera diferente y esa sensibilidad es la que buscamos integrar en nuestros proyectos, creando espacios que se sienten vivos, que respiren, y que generen armonía.
Louis Kahn decía que ‘la luz es la razón de toda forma’. Esa frase cobra un sentido especial cuando la luz natural interactúa con los materiales contándonos una historia que evoluciona, que cambia. Para Peter Zumthor, la luz tiene un poder emocional. Nosotros lo sentimos del mismo modo. La luz define la experiencia de un espacio; a medida que cambia con el paso de las horas, interactúa con los materiales de maneras inesperadas, despertando emociones y generando bienestar en quienes lo habitan.

Alvar Aalto proyectaba la luz de forma suave para humanizar los espacios, buscaba calidez, acogimiento y refugio.
Este juego de luces y sombras no solo realza la belleza natural de los materiales, sino que nos conecta con el ciclo del día, con el ritmo de la naturaleza. Vivir en un espacio donde la luz y los materiales dialogan es como estar en sintonía con el entorno, en un equilibrio natural que nos invita a habitar el espacio de manera más consciente.

Nuestro objetivo en cada proyecto es que esa luz, cuidadosamente integrada, no solo transforme los materiales, sino que también moldee las emociones y la calidad de vida de quienes lo habitan, haciéndoles sentir acogidos, presentes y profundamente conectados con su entorno.
En armonía.
AGA Studio
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